Para James Bowen, Bob fue el amigo que le enseñó que todos merecen una segunda oportunidad.

Sí, difícil de creer y demasiado inverosímil para un guión… si no fuera porque el propio James, a punto de cumplir 38 años, es el mismo que hasta hace nada estaba durmiendo entre cartones. “Todo lo que me está pasando es surrealista… pero de verdad creo que la vida ofrece a todo el mundo una segunda oportunidad, el problema es que no todos saben ver las señales”,
Una década en la calle
Bob se cruzó en su camino en 2007. En aquel momento, James - que más tarde fue diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, esquizofrenia y depresión- ya llevaba más de una década viviendo en la calle. Tras el divorcio de sus padres, tema del que prefiere no hablar, pasó una temporada con su hermana. Pero no funcionó y después de algunos días durmiendo en los sofás de amigos, decidió buscarse la vida tocando la guitarra.
“La gente corta por el mismo patrón a todas las personas sin hogar. Piensa que todos son drogadictos o que viven así porque quieren. Pero no es así. Detrás hay muchos problemas de enfermedades mentales, desempleo, inmigración, cuestiones familiares. Y cuando uno se encuentra en esta situación se vuelve invisible. Es como si no existieras. Incluso algunos de mis amigos hacían como que no me veían cuando me encontraban en la calle”, matiza.
Tras una dosis, terminó en el hospital. “Llega un momento en el que no tienes nada que perder”, explica.
Y de repente apareció Bob en su vida. El primer día que James tocó en la calle con el gato Bob recogió, en sólo tres horas, el dinero de toda una semana
Un día, un periodista de la revista local Islington Tribune publicó un reportaje sobre la peculiar pareja. El recorte llegó a manos de la agente literaria Mary Pachnos, quien presentó a los protagonistas al escritor Garry Jenkins, y el resto es historia.

Cuando James Bowen publicó su primera novela, 'Un gato callejero llamado Bob', esta se convirtió en bestseller a ambos lados del Atlántico. Solo en Reino Unido ha vendido más de un millón de copias.

La historia en sí es más difícil de creer que la magia de Harry Potter: heroinómano vagabundo se topa con gato malherido, ambos se convierten en fenómeno en las redes sociales, y el éxito del libro es tal que se hace una película.


La cita tuvo lugar al noreste de Londres, en unos modernos estudios donde se grabaron las últimas tomas para la promoción de la cinta, que lleva el mismo título que el libro y cuyo DVD llegó a España en mes de marzo del 2017. El gato que aparece en la gran pantalla es el propio Bob, pero James es interpretado por el actor Luke Treadaway.
"A Street cat named Bob" celebró su estreno en el Curzon en Mayfair como parte del Recovery Street Film Festival, y la duquesa elogió a los involucrados con sus películas "inspiradoras" sobre cómo superar sus adicciones.
James, completamente recuperado de sus adicciones, trabaja ahora con distintas ONG y, a pesar del éxito, lleva una vida modesta. Cada vez que acude a una firma de libros, la cola de gente atraviesa varias calles. “Me dicen que soy su héroe, pero tan sólo soy un tipo corriente que vi la señal que me ofrecía la vida para mi segunda oportunidad”, concluye.
Comments